No es la primera vez que publicamos un vídeo de este tipo, y seguro que no va a ser la última. Porque este tipo de cosas suelen pasar cada dos por tres en el deporte. La emoción le puede a más de un comentarista de la radio y la televisión, que vende la piel del oso antes de cazarlo, y luego pasa lo que pasa. ¿Quién le iba a decir a los aficionados del Valencia que su equipo iba a perder hace pocos días la eliminatoria de la Europa League en la última jugada del partido, después de remontar con tres goles ante un rival abatido? La probabilidad era más bien escasa, pero el fútbol tiene estas cosas. De la gloria al infierno en un segundo. Y el pobre David Albelda pensando aquello de «tierra, trágame».