Hoy os traemos dos vídeos recopilatorios que seguro que os van a encantar si sois aficionados al cine. Se trata de un top con las 50 mejores frases de la historia del cine y las 25 mejores improvisaciones de actores que no estaban en el guión. El problema de las listas ya sabemos que siempre es el mismo: que son subjetivas y siempre hay algo que se queda fuera, pero hay que aceptarlo. Nunca llueve a gusto de todo el mundo. De todas formas estos recopilatorios son representativos de sobra.
«¿Sabes de qué va ¡Like a Virgin’?», «Tanto gilipollas y tan pocas balas», «Me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre», «Mi mamá dice que tonto es el que hace tonterías», «Aquí mi fusil, aquí mi pistola», «He cruzado océanos de tiempo para encontrarte», «Anda, alégrame el día», «A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre»… ¿Te suenan? Seguro que sí.
El vídeo con las mejores improvisaciones es también una delicia, porque nos revela muchos detalles que desconocíamos sobre el rodaje de películas que hemos visto mil y una veces. Y se refiere a escenas que parecen de lo más normal y que están perfectamente preparadas, cuando realmente no es así. De hecho, a veces las improvisaciones quedan en pantalla mucho mejor que los guiones aprendidos de memoria porque precisamente destilan más naturalidad y quedan mejor.
Como verás en el vídeo, algunas veces están improvisaciones son graciosas o brillantes (la de Bill Murray es genial), pero hay otras en que el director de la película tiene un poco más de mala baba de la cuenta y decide gastarle una pequeña jugarreta a sus actores, para que no sepan cómo reaccionar y se salten el guión, o para que actúen con más naturalidad ante situaciones que no se esperan. Pequeñas triquiñuelas que seguro que en pantalla quedan fenomenal, pero que muy probablemente a más de un actor no le gustará ni lo más mínimo.
https://www.youtube.com/watch?v=xBAQ1PXdGbk
Son pequeños detalles e historias como estas las que ayudan a que el cine sea un poquito más grande de lo que ya es.
