No sé tú, pero yo me encuentro este carrito de bebé por la calle y lo primero que hago es salir por patas. Cada vez se curran más las bromas de cámara oculta, sobre todo si se trata de hacer pasar un rato desagradable al personal, ¿verdad? La inventiva humana para hacer el mal no tiene límites, pero es que luego es tan divertido de ver desde fuera…