De esto que estás tan ricamente mirando vídeos aleatorios en la web y de repente te encuentras con esta frikada absurda que no tiene ningún sentido lógico, pero que a lo mejor precisamente por eso es tan fascinante. Porque a mí que me lo expliquen, que creo que me he debido perder algo. ¿Qué sentido tiene pasar diez horas mirando en una pantalla el vídeo de Nyan Cat? Diez horas, por favor. Pensad en lo que es eso. Mirando fijamento una animación que podría producir serios daños cerebrales ante mentes muy sensibles, y con una música diabólica que solo puede ser obra del innombrable, ya que es al mismo tiempo hipnótica, adictiva y absolutamente horrible. Pues aunque no lo creáis, hay gente capaz de hacerlo, y de grabarse a sí mismos para demostrar la hazaña y subirlo a Youtube. ¿Es el signo de los tiempos? Ni idea, pero es lo que hay…
Pues bien, si poco sentido tiene eso, menos aún lo puede tener el hecho de grabarse a sí mismo viendo la grabación de otra persona que a su vez está viendo la animación de Nyan Cat. Es el absurdo llevado al absurdo, como si fuera una performance artística o una reivindicación de algo. En todo caso una reivindicación del absurdo, o qué sé yo… El caso es que ahí va eso, a ver qué os parece.
Y por supuesto, para los que aún no sepáis de qué va la gracia del asunto, aquí tenéis el vídeo original de Nyan Cat. O mejor casi deberíamos decir que se trata de un extracto del vídeo de Nyan Cat, puesto que se trata de un bucle infinito incluido en una web, que además propone el reto de pasar mirando la pantalla el mayor rato posible, con el único objetivo de perder el tiempo y de demostrarlo al público. Yo hace tiempo que me perdí con este tema, lo confieso.