Ya es prácticamente una tradición en la televisión de Estados Unidos las jugarretas que organiza Jimmy Kimmel en su programa para que los padres les hagan la puñeta a sus hijos, lo graben en vídeo y lo manden para que toda América lo pueda ver en directo. Ya lo hizo con las golosinas de Halloween, haciendo creer a los chavales que sus padres se las habían comido todas, y ahora la broma consiste en convencerles de que sus regalos de Navidad de este año son birrias como frutas pochas u objetos sin sentido que nada tienen que ver con lo que han pedido en su carta a Santa Claus. Ya os podréis imaginar que las caras de decepción, furia, confusión, pena y toda clase de sentimientos negativos no tardan en aparecer en este vídeo, que demuestra que los padres pueden ser unos auténticos gamberros con ganas de cachondeo, aunque eso implique hacerle pasar a los niños un berrinche como un castillo de grande. Y de paso hacer que su rencor vaya creciendo poco a poco y se empiecen a acumular causas pendientes desde la infancia. La venganza puede llegar luego en cualquier momento, nadie sabe cuándo ni cómo, pero acabará llegando. Y lo hará de una forma lenta y dolorosa. Tan doloroso como el berrinche que pasan algunos en el vídeo. Espectacular.
Aquí por el contrario tenemos un intento de la misma jugada, que sin embargo tiene un final que muchos no esperaríamos en niños tan pequeños. Y es que se lo toman con tanta filosofía y ternura que si uno fuera el padre le darían ganas de abrazarles y comerles a besicos, por bien criados. Aunque esté feo decirlo, ea.
https://www.youtube.com/watch?v=PHWDANMZmyw